La terapia de pareja entrena y guía a la pareja en nuevas habilidades de comunicación. Ayuda construir nuevas estrategias para la solución de problemas. Enseña a la pareja a expresar apropiadamente aspectos positivos como negativos. Es un espacio para superar conflictos y resentimientos. La terapia promueve y repara daños y dificultades en el entorno familiar, social y laboral de la pareja.
Cuando la pareja o un miembro de la pareja descubre que hay frecuentes discusiones, o infidelidades y desencuentros conyugales que alteran negativamente la comunicación. Esta realidad favorece el distanciamiento entre ambos, ocasionando insatisfacción en la relación y muchas veces malestar físico y emocional.
También, cuando la pareja o un miembro de la pareja piensa o ha expresado la posibilidad de separarse, pero considera valioso intentar buscar otra alternativa antes de tomar una decisión.
Es necesario incluir que se puede asistir a terapia cuando la dinámica de la relación altera y perjudica negativamente al entorno familiar (hijos, padres, hermanos, etc.) y cuando colisiona con actividades laborales y académicas.
Primero se escucha las necesidades de la pareja y se realiza una evaluación de los aspectos que interfieren en la relación. Se utilizan entrevistas en pareja e individuales, las cuales permitirán establecer el vínculo terapéutico para generar los objetivos a lograr.
Para el logro de los objetivos, el terapeuta planteará las actividades que la pareja deberá realizar en el consultorio, en casa o en el entorno adecuado, para que se obtengan soluciones a las dificultades de la pareja.