Si te interesa educar a los niños en Inteligencia Emocional, en este artículo encontrarás 9 estrategias efectivas y fáciles de llevar a cabo.
Como Psicólogos en Perú podemos observar en nuestros pacientes y en nosotros mismos, que las emociones visten cada aspecto de nuestras vidas y de nuestra cotidianidad. Por eso, saber controlarlas, gestionarlas y utilizarlas con la habilidad adecuada, nos permitirá sin duda afrontar nuestro día a día de un modo más eficiente. Empezar a gestionarlas cuando somos pequeños nos permite poder afrontar mejor los desafíos que tendremos de adultos.
9 estrategias para educar a los niños en Inteligencia Emocional
Controlar su ira:
Hasta los 18 meses los niños necesitan básicamente el afecto y el cuidado de sus padres. Todo ello les aporta la seguridad suficiente para adaptarse en su medio, para explorar y dominar sus miedos. Es importante establecer límites desde que nacen y, sobre hablar a los niños continuamente y en cada momento.
Reconocer emociones básicas:
A partir de los dos años es una edad perfecta para iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de emociones. Es entonces cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros niños de modo más abierto. Para empezar a educar a los niños en Inteligencia Emocional, podemos realizar varios ejercicios con ellos, como puede ser introducirlos en las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo y rabia. ¿Cómo? Mediante fotografías de rostros, mediante dibujos, preguntándoles cuestiones como: «¿Qué le pasa a este niño?» «¿Está triste?» «¿Por qué crees tú que estás triste?» Un modo perfecto para que aprendan a reconocer no sólo sus emociones poco a poco, sino también las de los demás y, sobre todo su empatía.
Saber nombrar las emociones:
¿Cómo puedes expresar cómo te sientes si no sabes qué es lo que sientes? Parte fundamental de educar a los niños en Inteligencia Emocional, es que a partir de los 5 años los niños sepan ya dar nombre a las emociones de modo habitual. “estoy enfadado porque no me has llevado al parque”, “estoy contento porque mañana nos vamos de excursión”, “tengo miedo de que cierres la luz porque me dejas solo».
Saber afrontar las emociones con ejemplos:
Es habitual que los niños en ocasiones se vean superados por las emociones, rabietas que les hacen gritar o golpear cosas. Es necesario que nosotros no reforcemos esas situaciones, una vez haya terminado la rabieta podemos enseñarles por ejemplo que antes de gritar o pegar, es mejor expresar en voz alta qué les molesta. Que aprendan a expresar sus sentimientos desde bien pequeños.
Desarrollar su empatía:
Para desarrollar una dimensión tan importante como esta, es necesario razonar con ellos continuamente mediante preguntas. «¿Cómo crees que se siente el abuelo tras lo que le has dicho?» «¿Por qué crees que está llorando tu hermana?» «¿Crees que papá está hoy contento?»
Desarrollar su comunicación:
Hablar con los niños, hacerles preguntas, razonar, jugar, poner ejemplos… es algo imprescindible si quieres educar a los niños en Inteligencia Emocional. Debemos favorecer continuamente el que puedan expresarse, poner en voz alta su opinión y sus sentimientos, que aprendan a dialogar.
Tener en cuenta la importancia de saber escuchar:
Imprescindible. Desde muy pequeños deben saber guardar silencio mientras los demás hablan, pero no sólo eso, debe ser una escucha activa, de ahí que sea recomendable hablarles despacio, frente a frente y terminando las frases con un «¿has entendido?» «¿estás de acuerdo con lo que he dicho?»
Fomentar un diálogo democrático:
A medida que los niños se van haciendo mayores van a aparecer más demandas por su parte, de ahí que desde
bien pequeños les hayamos enseñado la importancia de pactar, de dialogar, de acordar de modo
democrático. La familia es un ejemplo de la sociedad y es el mejor campo de aprendizaje.
Abrirse y permitir la expresión de emociones:
Es esencial que podamos facilitar a nuestros hijos la confianza apropiada para que pongan en voz alta aquello que les preocupa, que les hace infelices y también felices. El saber comunicarse y el reconocer emociones propias y ajenas son, sin duda, aspectos imprescindibles para que vayan madurando poco a poco. Y, además, para que alcancen una solvencia adecuada para integrarse en la sociedad y ser felices en ella. Nosotros podemos darles esa oportunidad.
Recuerda que en Expresa Salud Emocional ofrecemos un espacio seguro y cómodo de psicoterapia para niños, con el objetivo de crear un lugar seguro para el desarrollo y bienestar del niño o adolescente.